“La innovación y las economías de escala marcarán el futuro de las telecomunicaciones”
Por staff
09/07/2022
El CEO de Orange España, Jean François-Fallacher ha intervenido hoy en la primera jornada del summit de DigitalEs, la gran cita anual del sector de la transformación digital en España.
En su intervención, y tras dedicar unas emocionadas palabras al pueblo ucraniano, recordando la labor del grupo Orange para contribuir a paliar los efectos de la guerra, Fallacher ha destacado la importancia de la innovación y las economías de escala en el futuro del sector de las telecomunicaciones.
“Vivimos en un entorno globalizado que requiere de la ambición y de la capacidad para hacer frente a competidores que se encuentran en cualquier parte del mundo. Competimos no solo con nuestros rivales directos sino también con agentes que nacieron digitales y, para hacer frente a ese nuevo entorno competitivo, resulta fundamental tener el tamaño óptimo”, ha afirmado el directivo.
Por ello, el CEO de Orange considera que es clave la operación anunciada por Orange y MásMóvil para unir sus negocios en España.
“Esta ‘joint venture’´-ha explicado- contará con la segunda red de fibra óptica ultrarrápida más extensa de España. Y, asimismo, dispondrá de una red móvil de última generación con cobertura nacional, que gestionará el mayor volumen de tráfico del mercado español”.
En total, la empresa conjunta resultante será la mayor por número de clientes del mercado español y gestionará más de 24 millones de líneas móviles y siete millones de fijo, convirtiéndose así en el actor más fuerte del mercado, con unos ingresos de alrededor de 7.500 millones de euros.
Orange y MásMóvil, dos empresas complementarias
“Estamos hablando -señala Fallacher- de dos empresas muy complementarias que, con esta gran operación, podrían ganar la escala necesaria para acelerar, con su actividad, el despliegue de redes 5G y fibra, para facilitar la modernización e industrialización del país, dos factores que resultan claves para posicionar a España como líderes en el panorama europeo de las telecomunicaciones. El resultado de la unión de ambos negocios será capaz de garantizar un ritmo inversor superior al que podrían mantener las dos empresas de manera individual”.
Orange compite fuertemente en el segmento de gama alta del mercado, especialmente con ofertas de TV premium. MásMóvil tiene una fuerte presencia en el segmento de bajo coste. “Esta complementariedad entre empresas es clave en el éxito de la integración”, según el CEO de Orange España.
En este punto, el directivo ha destacado el negocio B2B como otro elemento complementario de ambas compañías, ya que en este segmento Orange juega un papel muy destacado, que se ha visto reforzado gracias a los Fondos Europeos y el Kit Digital que ha reconocido a la compañía como agente digitalizador ayudar a las empresas en su proceso de transformación.
En cuanto a las infraestructuras, Orange ha realizado una fuerte inversión en despliegue de redes móviles y fijas, mientras que MásMóvil ha optado por confiar en infraestructuras de terceros operadores a través de servicios mayoristas. De hecho, Orange es su principal operador de red.
Por todas estas razones, Jean-François Fallacher considera que la nueva entidad resultante “tendrá la eficiencia necesaria para abordar una expansión ambiciosa y sostenible de sus redes de FTTH y 5G”.
“De esta forma -destaca-, contribuirá a que España mantenga y continúe desarrollando unas infraestructuras de telecomunicaciones muy competitivas que permitirán situar al país a la vanguardia de la transformación digital. Las inversiones en FTTH y 5G fortalecerán la industria española y mejorarán la calidad de las redes nacionales de telecomunicaciones en beneficio también de los consumidores y las empresas europeas, en línea con los objetivos de la Comisión sobre la Década Digital”.
“Con un amplio y complementario portfolio de marcas, la “joint venture” ofrecerá propuestas competitivas y diferenciadas para responder a las necesidades de todos los segmentos de mercado, especialmente con ofertas de TV premium.”, afirma Fallacher.
Aceleración de inversiones impulsando la competencia
Según la agenda del Gobierno para la transformación digital de España, el despliegue del 5G en España requerirá hasta 5.000 millones de euros de inversión. La nueva entidad tendría la escala necesaria para acometer las inversiones necesarias en 5G y acelerar su introducción en España. En definitiva, esta unión supondrá garantizar un despliegue más rápido de la nueva tecnología móvil en todo el territorio español.
“Y todo ello -afirma el CEO de Orange España-, sin reducir la intensidad de la competencia en el mercado español de las telecomunicaciones. Un mercado que se caracteriza por un gran número de competidores con diversos modelos de negocio, tanto minoristas como mayoristas, también en el ámbito de las infraestructuras, con alcance nacional como local. Por el contrario, la competencia del mercado español, que es el más dinámico de Europa, se verá reforzada aún más a través de la creación de la empresa conjunta”.
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Las inversiones que se producirán a partir de la fusión también aumentarán la competencia en el mercado de infraestructuras, donde la gran presencia de TowerCos ya elimina cualquier barrera de entrada para que los operadores de redes móviles puedan instalar sus equipos móviles sobre los elementos pasivos de red.
“La empresa conjunta entre Orange y MásMóvil dinamizará aún más la competencia, acelerando la transformación digital del país y, por tanto, la recuperación económica”, ha subrayado con rotundidad Fallacher.
Reducción de ingresos e inversión creciente
Según el directivo, se trata de una iniciativa valiente y necesaria, no solo para Orange y MásMóvil sino para todo el sector que, en los últimos diez años, ha perdido alrededor de un tercio de sus ingresos. Una reducción de ingresos, derivada de una concepción de la competencia basada casi exclusivamente en precios, que no se ha traducido en una contracción de la inversión.
A continuación, Jean-François Fallacher ha destacado la inversión que realiza Orange -un 20% de sus ingresos anuales- para dar respuesta a las nuevas necesidades de nuestros clientes, que se materializan en nuevos servicios, contenidos y tecnologías como 5G o XGSPON. Esa inversión también es necesaria para absorber un tráfico que crece exponencialmente por la actividad de los gigantes digitales.
Solo en Europa, los operadores de red han invertido más de 500.000 millones de euros durante los últimos diez años en el desarrollo de redes de telecomunicaciones fijas y móviles. Y ello a pesar de que el auge de estas plataformas en los últimos años no ha supuesto ningún aumento significativo en la demanda de los usuarios de servicios de telecomunicaciones, ya sea en número de suscriptores o ingresos por cliente.
“Así pues, el círculo virtuoso de inversión y adopción de servicios de telecomunicaciones no beneficia de manera justa y proporcionada a todos los eslabones de la cadena, lo que genera graves asimetrías en los resultados”, señala el CEO de Orange España.
Un análisis de Frontier Economics ─basado en los datos de costes, tráfico y redes facilitados a la consultora por Deutsche Telekom, Orange, Telefónica y Vodafone─ apunta un coste anual del tráfico generado por las plataformas digitales de entre los 36.000 y los 40.000 millones de euros para las redes europeas. Inversión asumida en su totalidad por unos operadores sin ninguna contribución por parte de los gigantes de internet.
Una contribución que, según Axon, podría tener un efecto muy positivo para la economía y la sociedad en su conjunto. Por ejemplo, una aportación de los gigantes digitales por un valor de 30.000 millones de euros impulsaría la expansión de las redes incrementando el PIB europeo en solo cuatro años en hasta unos 100.000 millones de euros, creando más de 1,2 millones nuevos puestos de trabajo.
Mismas reglas de juego para todos los actores tecnológicos
Mientras que se espera a un reparto justo de los costes de infraestructuras entre las grandes corporaciones usuarias de las redes y los operadores que las despliegan, estos siguen e invirtiendo para que ciudadanos, empresas y administraciones puedan seguir disfrutando de las extraordinarias ventajas que aporta la digitalización.
Ofreciendo también sus redes como escenario de pruebas de todos los nuevos avances que anuncian una nueva revolución tecnológica, como pueden ser el metaverso o blockchain.
Para que esta inversión en infraestructura sea más eficiente, el CEO de Orange España considera necesaria una regulación que, además de plantear las mismas reglas de juego para todos los actores tecnológicos, contribuya a que los operadores europeos alcancen la escala necesaria para ser competitivos en un mundo globalizado.
“Llevamos años señalando en foros como este que la excesiva fragmentación del mercado europeo, siendo especialmente intensa en el mercado español, puede comprometer la competitividad de las empresas en un entorno globalizado y retraer las inversiones que darán forma al futuro del que hablamos en este evento. Ante esa posibilidad, la respuesta de Orange y MásMóvil ha sido unir fuerzas en una iniciativa que esperamos sea refrendada por las autoridades ya que es beneficiosa para el futuro de España y de Europa”, afirma el directivo.
Hay que tener en cuenta que, solo en el mercado español, los operadores llevan invertidos 15.000 millones de euros en redes y necesitarán invertir otros 10.000 para hacer llegar las ventajas de nuestras redes de fibra y 5G a todos los rincones de la geografía, siendo 4.000 de ellos deficitarios.
Así, aunque España parte de una buena posición por la gran extensión y calidad de nuestras redes de telecomunicaciones, tanto fijas como móviles, persisten brechas digitales geográficas que, además de la necesaria aportación de los fondos europeos, requerirán de la fuerte inversión de los operadores.
Estas inversiones en redes de última generación, que se incentivarán gracias a las economías de escala que generará la unión de Orange y MásMóvil, serán claves para transformar sectores empresariales e industriales, con el fin de optimizar el rendimiento de sus negocios y así poder generar empleo.
Por todo ello, Jean-François Fallacher ha finalizado su intervención destacando el papel que jugará la tecnología para superar los importantes desafíos que plantearán los próximos años y el liderazgo que desempeñará Orange en este contexto, reforzado aún más con la ‘joint venture’ con MásMóvil, una vez haya sido aprobada por las autoridades competentes.
Una mayor rotación de clientes, aumento de los costos de los operadores, el advenimiento de la tecnología 5G que apuntan a generar una enorme disrupción de todos los mercados… Las empresas de telecomunicaciones y los datos serán grandes aliados en los próximos años ante las enormes oportunidades y no menos gigantescos desafíos.
Para capitalizar las primeras y minimizar los riesgos, las compañías del sector ya comenzaron sus planes de reinvención. Una investigación de Experian y Forrester Consulting determinó que las telcos están interesadas en centrarse en nuevas estrategias e iniciativas para impulsar y mantener el crecimiento.
Por ejemplo, 66% estaría explorando nuevos tipos de datos no tradicionales, como los de Open Banking, para ofrecer servicios asociados (detección de fraude, por ejemplo). Además, un número similar está apostando a herramientas analíticas para utilizar los datos internos con el objetivo de mejorar el rendimiento operativo.
Servicios de valor agregado sobre IoT
Internet de las cosas (IoT) se consolida como una tecnología clave para el desarrollo de todas las industrias en los próximos años. Y también como una enorme oportunidad para que las telcos no sean solo las que transportan los datos desde los sensores hasta donde se procesan, sino también para que ofrezcan servicios de valor agregado sobre ellos.
Por ejemplo, la gestión de activos empresariales -maquinarias, torres de iluminación, instalaciones en campo de mineras o petroleras- para prevenir fallas y garantizar la continuidad de las operaciones.
Otra alternativa es la gestión de flotas: asegura que los conductores lleguen en tiempo y forma (y de manera segura) a cada punto de entrega. Al mismo tiempo, se ahorra combustible por el uso de rutas óptimas (con la disminución de emisión de dióxido de carbono asociada) y se salvaguarda el bienestar del vehículo.
Datos con energía
En el mercado energético, es posible identificar patrones de consumo y proponer vías de optimización para cada cliente. Así, se reduce el desperdicio, mejorando la eficiencia de la red, satisfaciendo los cambios de demanda -incluso los no previstos- y se crea una mejor experiencia para los consumidores.
Incluso a nivel gobierno, las soluciones de ciudad inteligente podrían mejorar la vida de todos los ciudadanos. Desde anuncios en tiempo real de obras que afecten al tránsito hasta la prevención de fallas en el alumbrado o en otros servicios públicos. Pasando también por la implementación de iluminación inteligente para optimizar la eficiencia energética y la gestión de residuos.
El camino está iniciándose. Si bien las telcos tienen la red, la infraestructura y los recursos para ganar en este nuevo escenario, queda mucho trayecto por recorrer. En particular desde el punto de vista cultural. Estas estrategias requieren de una reinvención de los modelos de negocios y dejar atrás estructuras muy consolidadas y con éxito probado a lo largo de las décadas.
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Las empresas de telefonía afrontan un futuro brillante. En la última década, hemos asistido a una auténtica revolución en las comunicaciones.
Los teléfonos móviles están más extendidos que nunca y su capacidad para conectar individuos es insuperable.
Avanzar en la implantación del 5G es crucial para mejorar el sector, y progresar en la digitalización de las empresas.
Las operadoras se enfrentan a un futuro en el que la competencia de servicios al cliente se agudizará. Se trata de una tendencia que hemos visto avanzar con el paso de los años. La presión en los precios es también palpable. La carrera a la baja y la búsqueda de nuevas fórmulas para atraer al cliente es la tónica general. Y tras una fase de fusiones, las compañías se estabilizan y refuerzan su posición en el mercado nacional e internacional.
Hoy, las grandes operadoras se están lanzando hacia nuevos campos con el objetivo de ampliar negocio a otros sectores, o crearlos desde cero, en busca de espacio para seguir creciendo. Una de las apuestas pasa por el desarrollo de plataformas digitales u ofrecer nuevos servicios digitales que llegan de la mano del desarrollo de las redes. También se apuesta por soluciones heterodoxas, como la comercialización de alarmas o el salto al sector bancario. Esta diversificación de las actividades la veremos aumentar en los próximos años.
¿Qué resultados ofrecerá cada estrategia?
Eso es algo que comprobaremos en el futuro, pero la presente fase de experimentación promete ser interesante. No obstante, las soluciones que ofrezcan las operadoras deben ser productos o servicios de valor añadido. El público siempre está a la caza de ambos, ya que son los que mejor satisfarán sus necesidades y exigencias. Esta es la razón por la que se buscan negocios que apoyen al principal. Así, tratan de incrementar sus ingresos y resultados, algo que llamará la atención de inversores de todo el planeta.
Los retos de las operadoras
El desarrollo y diversificación de los operadores telefónicos se cimenta sobre una serie de claves. Una de ellas es la velocidad con la que es adquieren nuevos negocios, que sin duda se mostrarán en la próxima edición de este MWC 22. En esta fase se trabaja en planes de expansión concienzudos y sólidos, para apuntar con éxito en la diversificación. Lanzarse a otros sectores conlleva el riesgo de cometer errores que cuesten muy caros. Al fin y al cabo, las operadoras son especialistas en telecomunicaciones, por lo que analizan muy a fondo con qué sectores podrán establecer sinergias.
Junto a este, la apuesta económica es otra de las claves que debemos tener en cuenta. Las empresas deben establecer una dotación adecuada para su expansión. La inversión tiene que ser suficiente, pero viable para conseguir la máxima rentabilidad posible. Un paso en falso podría aguar esa búsqueda de negocios que sirvan como apoyo al principal. En caso de error, solo se crearía un sumidero de recursos, con las consecuencias negativas que conlleva.
La ciberseguridad es ya y será crucial en el futuro. Con unas redes cada vez más extensas y rápidas, las operadoras deberán acrecentar el blindaje de sus sistemas. Un ataque puede resultar catastrófico, aunque solo impida el acceso a la página web de la empresa. El impacto reputacional y de confianza por parte de los clientes puede ser suficiente para provocar pérdidas graves.
Por último, la nube (cada vez más cercana al lugar donde se generan los datos) mantendrá y acrecentará un papel protagonista a la hora de albergar y gestionar información. El desarrollo de redes y plataformas robustas ayuda a las operadoras a coordinarse con los nuevos negocios adquiridos. Así, su integración en los organigramas de la empresa matriz se hará de forma orgánica y suave. No habrá sobresalto, algo que tranquilizará tanto al público como a los inversores.
Los cambios en la telefonía móvil
La telefonía móvil es, sin duda, el área de las telecomunicaciones que más ha cambiado. Hace una década escasa, tan solo se utilizaban para efectuar llamadas o enviar mensajes de texto. Poco a poco fueron ofreciendo conexión a internet y en la actualidad son pequeños ordenadores portátiles. Sus funciones han aumentado exponencialmente, y seguirán.
Las redes 5G han abierto ya la puerta a velocidades de conexión nunca vistas hasta ahora. Cuando esté plenamente operativa en todo el territorio, y los terminales puedan aprovecharla al máximo, la latencia en la transferencia de datos será de tan solo un milisegundo. Cualquier acción será instantánea, lo que abre permitirá un sinfín de mejoras. No es que podamos descargar información en muy poco tiempo, sino que el internet de las cosas se hará presente. Consiste en la conexión de objetos entre sí, ya sea un frigorífico o un semáforo, la conectividad entre estos será instantánea lo que favorecerá la seguridad de usos y la popularización de, por ejemplo, la telemedicina o el coche conectado que en la actualidad aún tienen problemas para salir adelante.
Desde nuestros terminales, tendremos acceso a una gran cantidad de información, la cual nos servirá para tomar mejores decisiones, o al menos decisiones más informadas. Saber el estado del tráfico en tiempo real o las rutas más adecuadas en ese momento para ir al trabajo, modificará nuestra forma de vida una vez más.
El móvil ayudará a interactuar con el mundo de manera más amplia e intuitiva. Habrá que reforzar aspectos como la seguridad y la protección de la privacidad, pero los cambios son imparables. Contribuirán a aumentar nuestra comodidad en diferentes ámbitos.
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Para hacer posible todo esto y más, es necesario reordenar la implantación de infraestructuras robustas que garanticen el almacenamiento masivo de datos. Estos tienen que transmitirse de manera continua y estable, lo que puede suponer un reto en todo momento. Garantizar la conexión de tantos sensores, dispuestos en lugares dispares, requerirá de una fuerte inversión, legislaciones específicas y nuevos protocolos.
En definitiva, estamos ante un futuro excitante dentro del sector de las telecomunicaciones. La competencia está sirviendo como estimulante para la búsqueda de nuevas soluciones y sectores. Cómo cristalizarán estos esfuerzos, lo veremos en los próximos años y, la próxima edición del MWC que se celebra a partir de hoy en Barcelona, con la presencia de los operadores destacados, ayudará a entenderlo y, seguramente, habrá sorpresas. La telefonía móvil promete apuntarse a nuevos retos para garantizar una mejor conexión.
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