Se acerca septiembre y, como es habitual por estas fechas, los fanáticos de la compañía de la manzana empiezan a teorizar sobre las nuevas funcionalidades que traerá el nuevo buque insignia de Apple.
La compañía de Cupertino siempre tiene una conferencia en septiembre en donde muestra la próxima generación de iPhone y muchos otros dispositivos y como es lógico, han empezado a surgir cientos de teorías sobre lo que tendrá.
Han surgido rumores sobre que tendrá una pantalla OLED, un modo para usar el Face ID con mascarilla sin necesidad de tener Apple Watch o un modo retrato para los vídeos.
Ahora, todo apunta a que el iPhone 13 vendrá con comunicación por satélite.
Tal y como se desprende de Engadget, que se hacen eco de nuevas declaraciones del analista Ming-Chi Kuo en 9toMac, el nuevo iPhone incorporará soporte para llamadas y mensajes satelitales en órbita terrestre baja.
¿Esto qué quiere decir? Que podrás ponerte en contacto con quien quieras desde cualquier punto remoto del mundo en donde no haya cobertura, ni servicio móvil.
Para lograrlo, el iPhone contaría con una versión modificada del módem X60 de Qualcomm para comunicarse con los satélites.
Lo que no está claro es si esto solo funcionaría con determinadas aplicaciones o podría usarse sin problemas.
Hay que dejar claro que el servicio por satélite es mucho más lento que el servicio de datos móviles.
Hay que coger esta información con pinzas. Un rumor ya dejó claro en 2019 que Apple estaba desarrollando una tecnología satelital para el iPhone, pero que tendría un tiempo de desarrollo de 5 años, por lo que verlo 2 años después sería bastante raro.
Además, hay que tener en cuenta que habría que abordar la elección de los proveedores y que su coste podría hacer que venderlo fuese muy complicado.
La tecnología y su imparable evolución se enfoca también por aumentar el valor y la calidad de servicio de las telecomunicaciones, aportando de esta manera protocolos que la lleven a ser más útil y eficiente, resultando entonces un producto que realmente valga la pena.
De esta manera los servicios informáticos para las redes de telecomunicaciones se optimizan mediante la aplicación de inteligencia, y organización metódica, para obtener así aplicaciones y servicios con mayor eficiencia.
La red inteligente o Intelligent Network, es un modelo de red avalado dentro de la serie ITU-T Q. 1200 y ITU-T Q.1201. Esta no solo es una arquitectura de red, sino que es un modelo ideado de acuerdo con una serie de perspectivas para aportar inteligencia a una red de telecomunicaciones.
Una red inteligente se encarga de realizar una división del servicio de telecomunicaciones entre un nivel físico y otro funcional, para aportar a través de equipos informatizados, una fusión que alcance para lograr una red de telecomunicaciones con servicios optimizados, flexibles, eficientes, e inteligentes.
La red inteligente es utilizada por las compañías con la finalidad de ofrecer aplicaciones y servicios con mejor rendimiento, utilización y mejoramiento de los recursos para ofrecer a los usuarios un producto de mayor calidad, y que, de esta manera, se puedan percibir mayores retribuciones económicas.
Los teléfonos móviles se comunican a través de las estaciones base del sistema de telefonía móvil. Estas estaciones base están a su vez conectadas a la red telefónica que dirige la llamada al teléfono destino (ya sea éste un teléfono fijo o un teléfono móvil).
La forma de comunicación del teléfono móvil con la estación base se realiza por medio de ondas electromagnéticas. Un teléfono móvil está en cobertura cuando recibe las ondas electromagnéticas provenientes de, al menos, una estación base.
La zona geográfica en la que se presta el servicio, también conocida como zona de cobertura, es cada vez una zona más amplia.
Las señales de telefonía móvil se propagan hasta distancias limitadas, por lo que es necesario planificar y compartimentar la zona de cobertura en células, de forma que para poder proporcionar el servicio la zona de cobertura se divide en pequeñas áreas que se conocen como celdas o células (sistemas celulares).
La zona de cobertura del sistema móvil se subdivide en pequeñas unidades de superficie denominadas células, pudiendo distinguir entre macrocélulas, microcélulas y picocélulas, en función de la zona de cobertura (alcance radioeléctrico) y de la potencia que sea necesario transmitir, para atender la densidad de tráfico existente en esa zona.
Las macrocélulas cubren mayor zona, emiten a mayor potencia por tanto y suelen ser las utilizadas en las zonas rurales. Para mejorar el servicio la tendencia es instalar microcélulas y picocélulas que disminuyen las interferencias y aumentan la calidad de la señal, consiguiendo al mismo tiempo limitar en gran medida la contaminación electromagnética al ser limitada la potencia de emisión.
Dado que en cada célula se encuentra una estación base, con un número limitado de conexiones simultáneas, al crecer el número de usuarios, tal como ha sucedido en los últimos años, es más frecuente que en zonas densamente pobladas como en las ciudades, el número de personas que hablan dentro de una celda sea el número máximo que puede soportar la estación base. En este caso la célula se encuentra congestionada y no es posible cursar llamadas a nuevos usuarios. La única solución es subdividir la célula en otras más pequeñas, reduciendo el área de cobertura y aumentar el número de estaciones base para cubrir la misma zona.
En una primera fase se proporciona cobertura, es decir, que en cualquier punto del territorio se pueda acceder a una estación base.
En una segunda fase el factor dominante es aumentar la capacidad del sistema, es decir, evitar la congestión en las células. En resumen, el crecimiento en número de usuarios implica un crecimiento en el número de estaciones base. Este factor, junto con la incorporación de nuevos operadores ha llevado a la situación actual de proliferación en el número de estaciones base.
El nivel de señal en un determinado punto depende de la distancia a la que se encuentre de la estación base o fuente emisora, disminuyendo en gran medida para pequeños aumentos de la distancia.
Dado que los usuarios se encuentran a una distancia suficientemente grande, el nivel de señal que reciben es en todo caso muy inferior a la radiación emitida por el propio teléfono móvil.
Características de las instalaciones de telefonía móvil urbanas y rurales Localización Urbana Rural Ubicación Azotea de edificios Soporte - Torres (altura 20-40 m) Tipo de célula Microcélulas Picocélulas Macrocélulas Cobertura 1 Km Metros 15-20 Km Potencia transmitida Poca Muy poca Alta Diagrama de radiación Ancho Estrecho
Existe aún otro factor que incide también directamente en el número de estaciones base que despliega un operador: el grado o tipo de cobertura ofrecida a sus clientes. Coloquialmente se dice que existe cobertura exterior cuando la hay en la calle, en el campo, etc.; y se dice que existe cobertura interior cuando la hay en los edificios.
Los clientes desean cobertura en los edificios, por lo que los ingenieros deben tener en cuenta las barreras o pérdidas que introducen las paredes, techos, suelos, etc. a la propagación de las ondas electromagnéticas.
En entornos urbanos, donde la concentración de teléfonos móviles en funcionamiento es alta, es necesario disponer de un mayor número de estaciones base para prestarles servicio. Además, en estos casos, la menor distancia entre teléfonos móviles y estaciones base permite que los sistemas de autorregulación de potencia incorporados reduzcan las emisiones de ambos, disminuyendo los niveles de exposición y mejorando la calidad de las comunicaciones.
El alejamiento de las antenas de las áreas urbanas, aún en algunos casos en los que fuera técnicamente realizable sin perder la cobertura del servicio, no resulta aconsejable, porque obliga a las estaciones base a emitir a elevada potencia para dar cobertura en la ciudad, y a los terminales a emitir también a mayores potencias para poder alcanzar la estación base, incrementándose, en definitiva, los niveles de exposición
La existencia de un número creciente de estas estaciones base, en función del número de usuarios y de operadores, da lugar a una legítima demanda de información por parte de los ciudadanos en cuanto a los posibles efectos de las emisiones radioeléctricas sobre la salud de las personas y las condiciones de funcionamiento que deben respetarse para evitar cualquier riesgo.
Post a Comment