El Mobile World Congress (MWC) 2021 abre este lunes sus puertas en Barcelona tras la cancelación de la edición de 2020 por la pandemia, pero la cita de este año es una sombra de la de 2019 y sus organizadores la plantean como una edición de transición para regresar a la "normalidad" en el congreso ya agendado para febrero de 2022.
La feria es este año mucho más pequeña, sin grandes presentaciones de producto y con público eminentemente local, lo que también minimizará la contribución económica a la ciudad. Con una agenda híbrida entre lo presencial y lo virtual, en la que las grandes firmas están ausentes o con intervención telemática, los participantes internacionales serán muchos menos que otros años y se conectarán online. De hecho, la estrella del congreso formará parte de la agenda virtual: Elon Musk, el fundador de Tesla, este martes por la tarde.
La todavía limitada movilidad internacional y el cambio de fechas del congreso para salvar la edición de este año sin comprometer la del siguiente ha situado al MWC 2021 en un momento del calendario en que las estrellas de otros años, los nuevos modelos de terminales móviles con los últimos avances del mercado, están ya presentados o pendientes de presentar, y sin la afluencia de expositores y congresistas de alto nivel de todo el mundo, la repercusión del salón se concentrará mayoritariamente alrededor de los tres pabellones que ocupará en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, incluyendo en dicho espacio la feria paralela de emprendedores 4YFN, mientras que otros años entre ambas citas copaban tanto los ocho pabellones del recinto Gran Via como buena parte del de Montjuïc.
Habrá un millar de expositores, aunque un tercio son virtuales, de manera que los presenciales serán entre 700 y 800, según las cifras detalladas a elEconomista por el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman, lo que supone un tercio de los 2.400 stands que participaron en Barcelona en el MWC de 2019.
Los asistentes sobre el terreno previstos oscilan entre los 25.000 y los 35.000, frente a los 109.000 de 2019, y serán en su mayoría locales. En las ediciones anteriores, los congresistas españoles rondaban los 28.000, y este año la organización puso a la venta 30.000 entradas a 21 euros -frente al pase estándar que vale 700- para animar la participación de profesionales locales de sectores en los que la tecnología móvil está ganando terreno, pero ni así ha logrado agotar la oferta, y en la última semana incluso ha distribuido también invitaciones gratuitas adicionales, si bien sea cual sea el origen del pase, todos los asistentes deben realizarse test virales y cumplir los detallados requisitos sanitarios para poder acceder al recinto ferial, lo que desanima a muchos, teniendo en cuenta que no van a encontrar dentro a las firmas más conocidas del sector.
Tampoco habrá grandes eventos fuera de la feria, lo que sumado a todo lo anterior repercute en la demanda de transporte, espacios para fiestas, alojamiento y restauración. Este año no hay vehículos de alquiler con conductor foráneos, ni vuelos extra en el Aeropuerto de El Prat, y los establecimientos de ocio nocturno, hoteles, apartamentos y restaurantes de la ciudad no han registrado apenas aumento de reservas para la semana del Mobile.
Más de la mitad de los hoteles de Barcelona siguen cerrados, y los que están abiertos tienen una ocupación del 30% y unos precios por debajo de la mitad de la media del año 2019. Los hoteles más cercanos a la feria están al 50%, algo nunca visto en ediciones anteriores, cuando todos los tipos de alojamiento de la capital catalana colgaban el cartel de completo y algunos participantes del congreso debían dormir en poblaciones alejadas hasta 40 kilómetros, como Sitges. Y las reservas de comidas y cenas para grandes grupos también brillan por su ausencia.
Con todo, tanto desde el Gremio de Hoteles como desde el Gremio de Restauración de Barcelona consideran positivo el regreso del MWC 2021 como acicate para el retorno de las ferias internacionales a la ciudad, y para que el nombre de Barcelona vuelva a figurar en la agenda mundial de eventos de negocios y pueda captar los que se preparen en la postpandemia.
Unos y otros tienen ya la mirada puesta en el MWC de 2022, para el que la GSMA ya cuenta con reservas de espacio para varias de las grandes marcas internacionales que no estarán presentes en Barcelona esta semana.
Apoyo institucional
El Rey Felipe VI; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès, compartieron la noche de este domingo la mesa principal de la cena inaugural del congreso, y en sendos discursos destacaron su importancia como estímulo para la reactivación postpandemia pese a su versión reducida de este año.
Aragonès y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, rechazaron formar parte del besamanos de bienvenida al Monarca, pero se saludaron ya en el interior de Fira Montjuïc, donde tuvo lugar el acto.
Colau también formó parte de la mesa presidencial, redonda y de solo seis personas por las medidas de prevención sanitaria. Aragonès se situó frente a Sánchez, y le separaba del Rey -que tenía al presidente español a su derecha- el director general de GSMA, Mats Granryd.
Entre los asistentes, además de varios ministros y consellers , figuraban los directivos de empresas nacionales e internacionales que participan en el congreso, así como otros responsables políticos y económicos locales. Entre los directivos españoles, acudieron el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, y los de CaixaBank y Banco Sabadell, José Ignacio Goirigolzarri y Josep Oliu, respectivamente.
Regreso el jueves
Felipe VI regresará a Barcelona este jueves, pero el presidente catalán ha rechazado participar entonces en la entrega en la capital catalana de los premios 2020 y 2021 de la Fundación Princesa de Girona, a la que asistirán Reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
El presidente catalán argumentó que el Govern asistirá a cualquier acto en el que se puedan defender los intereses de la ciudadanía de Cataluña, pero no a los que sean "para ensalzar a la Monarquía".
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