Cómo hacer un proyecto de domótica básica
Domótica: Una inversión que aporta valor a la vivienda.
La domótica tiene múltiples aplicaciones en las viviendas modernas. No solo es sinónimo de comodidad y de ahorro de tiempo, sino que incide directamente en la eficiencia de la casa y, por lo tanto, en su gasto en calefacción y electricidad.
Hacer de una vivienda un hogar inteligente es una inversión más que rentable, y además le aporta un enorme valor añadido.
La actual domótica, lejos de lo que se pueda pensar, no obliga a incurrir en grandes costes de instalación y mantenimiento, ni es exclusiva de grandes y caros complejos residenciales.
Con un desembolso contenido es posible beneficiarse de sus múltiples ventajas. Comparado con el precio total de una vivienda, una instalación domótica doméstica no superará el 1% de esa cantidad.
Tanto los metros de superficie de la vivienda como la complejidad del sistema que se quiere poner en marcha afectan directamente al presupuesto, pero en muy pocas ocasiones el coste superará ese porcentaje.
¿Por qué un sistema domótico aporta valor a la vivienda?
Las estimaciones sobre el ahorro energético que se puede obtener gracias a la domotización del hogar son del 26%. La instalación de un sistema domótico, viene ligado con un ahorro energético considerable.
La luz y los combustibles son tres partidas económicas que se ven reducidas de forma drástica en el presupuesto doméstico, ya que pasan de usarse de una forma indiscriminada a ser empleadas ajustándose a las necesidades reales que tienen los habitantes de la vivienda.
“Agua, luz y combustibles son tres partidas económicas que se ven reducidas de forma drástica con la domótica”
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDEA) aporta datos esclarecedores sobre la importancia de contar con un hogar eficiente. En el caso de un aparato de aire acondicionado, un solo grado de diferencia respecto a la temperatura ideal puede significar un aumento del gasto de energía de entre el 8% y el 10%.
Personalización de la vivienda
La domótica hace posible que se puedan distinguir distintas zonas de la casa en las que se quieran mantener temperaturas distintas. Si, por ejemplo, se quiere mantener una habitación con más calor porque en ella duerme un niño o una persona mayor, o dejar otras sin calentar porque no se utilizan, se puede realizar de una forma muy sencilla.
El ahorro de energía pasa a ser una costumbre y supone una mayor habitabilidad de la casa, que se adaptará a las necesidades particulares de sus habitantes. En el caso de personas que residan en lugares con climas extremos, tanto porque sean muy cálidos como porque estén en lugares especialmente fríos, apreciarán aún más la eficacia de un hogar inteligente.
Tanto la climatización en verano (aire acondicionado) y en invierno (calefacción), como la iluminación y el uso de los electrodomésticos se ponen en marcha a las horas en las que el precio de la energía es inferior. Las luces solo se encienden cuando es necesario porque la luz natural ya no es suficiente.
La domótica aplica principios racionales y lo hace de forma automática, de tal forma que el habitante del hogar no tiene que preocuparse de nada más que de disfrutar y descansar.
Sostenible con el medioambiente
La domótica contribuye directamente a hacer de cada vivienda un lugar más sostenible desde el punto de vista del medioambiente.
No solamente se produce un consumo más racional de los recursos al alcance de todas las casas, sino que además, genera un ahorro importante para el bolsillo. A ello hay que añadir que el usuario puede conocer en todo momento y de primera mano los datos sobre su consumo en diferentes apartados, gracias a su monitorización.
Por otra parte, la instalación de un sistema de domótica hace que el valor de una vivienda vaya al alza, por lo que se convierte en una inversión a largo plazo más que interesante.
En el caso de una futura venta del inmueble, el sistema domótico y sus prestaciones harán de él un bien de mayor valor.
Gestión desde el videoportero y múltiples dispositivos
Es posible controlar, automatizar y monitorizar hasta los últimos detalles del hogar de forma muy simple: se pueden realizar estando en casa o fuera de ella, utilizando la pantalla del videoportero Fermax, una pantalla exclusiva para la domótica, la de una tablet o cualquier smartphone.
Integrar en un mismo dispositivo las funciones del videoportero y las de la gestión domótica supone una enorme ventaja: una sola pantalla para controlar todos los sistemas de comunicación y control de la vivienda, un único punto desde el que interactuar con todos los automatismos, un solo dispositivo que integrar en el espacio doméstico.
Diferencias entre una instalación convencional y una instalación domótica
Las diferencias entre una instalación convencional por ejemplo con mecanismos niessen zenit y una instalación domótica son numerosas. Toda instalación convencional se compone a grandes rasgos de una acometida, un cuadro eléctrico, distribución, y una serie de puntos de utilización. Podemos diferenciar los tipos de elementos básicos a controlar según la “inteligencia de su electrónica”:
Equipos con cierta “inteligencia”, siempre alimentados, que disponen de elemento de control, integrado o no, como el lavavajillas, la nevera, equipos de climatización, el horno, la lavadora, etc.
Equipos sin “inteligencia’’, sobre los que se ejerce control de alimentación de forma directa, mediante interruptores, pulsadores, etc.
Ejemplo de control convencional de un punto de iluminación (elemento sin inteligencia):
Si tomamos el ejemplo del cuadro eléctrico de una instalación convencional de iluminación, entendemos que el encendido de iluminación es un conjunto de puntos de luz gestionados de manera agrupada desde uno o más interruptores.
El circuito de iluminación C1 se distribuye a cajas de derivaciones, y desde ahí llega hasta los interruptores. Éstos, por su parte, controlan la alimentación de cada encendido de iluminación.
En el caso de una instalación domótica, al cuadro eléctrico habrá que sumar generalmente un cuadro domótico y una serie de elementos distribuidos, como se puede ver en el siguiente esquema:
En color rojo están destacados los siguientes puntos:
Circuito C1 (iluminación) de cuadro eléctrico (CE) a cuadro domótico (CD) Además, deberemos llevar alimentación desde cuadro eléctrico C11 (circuito de automatización) a CD para alimentar los diferentes módulos domóticos.
Fase (L) de circuitos de iluminación desde cuadro domótico (CD) a cada circuito controlado mediante cable sección 1.5mm2. Neutro y tierra directos a circuitos de iluminación empleando cable de sección 1.5mm2, ahora para la iluminación led es esencial.
En color azul:
Bus domótico desde cuadro domótico a elementos distribuidos de la instalación. En este ejemplo MECING (módulo 3 pulsadores/interruptores).
En color verde:
Conexión pulsador/interruptor a MECING mediante cable de sección 0.5mm2.
El interruptor ha sido sustituido por un relé actuador que cortará la Fase (L) del circuito de iluminación. Los interruptores convencionales pasan a ser ‘domóticos’ gracias a los módulos de pulsadores/interruptores a los que están conectados.
Esquema de ejemplo de una Instalación domótica: elementos de cuadro + elementos distribuidos
En el caso de una instalación domótica, en primer lugar es imprescindible conocer el número de instalaciones y elementos de cada instalación a controlar, así como el tipo de control que se quiere poner en marcha.
Un tercer paso son las fuentes de alimentación que son necesarias. Por último, es necesario definir la funcionalidad de cada elemento con la programación requerida en cada caso.
En el siguiente cuadro puede distinguirse con precisión el esquema de una instalación domótica, tanto con los elementos de cuadro como con los elementos distribuidos.
Encender y apagar luces, controlar la temperatura o abrir y cerrar ventanas. Es lo primero que uno piensa al oír hablar de hogares inteligentes, algo que suena aún a ciencia ficción a pesar de la aparente sencillez de las funciones más conocidas.
Sin embargo, eso que llaman 'smart homes' puede ir mucho más allá del simple control de la luz de tu casa y tiene poco de futurismo: no solo son una realidad, sino que tú mismo puedes darle un toque domótico a tu casa sin arruinarte.
La clave está en Arduino y Raspberry Pi. Quizás te suenan completamente a chino, o quizás creas que para manejar estas herramientas hay que tener unos elevados conocimientos de informática. Sin embargo, con un poco de paciencia puedes aprender a utilizar estos componentes y crear con ellos tu propio hogar automatizado. Estamos, sin lugar a dudas, ante el bricolaje del siglo XXI.
Arduino es un microcontrolador que permite manejar sensores y 'leds' (entre otras cosas), mientras que Raspberry es un miniordenador con el que procesar datos. Juntos representan el futuro (por no decir el presente) de la llamado Internet de las cosas, la base sobre la que poder crear tu propia casa inteligente.
Flexibilidad y bajo coste son sus armas más poderosas. Por una parte, se trata de tecnologías con las que se pueden crear productos a medida de las necesidades de cada uno. Por ejemplo, una red de sensores basada en Arduino en una casa puede ampliarse y utilizarse en múltiples habitaciones para controlar cada elemento de tu hogar.
En cuanto al coste, no creas que embarcarte en el proyecto de hacer de tu vivienda un hogar inteligente supondrá derribar tabiques y llenarla de cables. Los sensores controlados por Arduino recopilarán los datos que procesará Raspberry y que llegarán a tu 'smartphone'. Todo ello, por poco dinero: un Arduino puede costarte algo menos de 20 euros (eso sin recurrir a alguna de las copias 'low cost' existentes), la Raspberry Pi unos 30 euros y cada sensor alrededor de unos dos euros.
Ahora bien, ¿Para qué puede servir todo eso y cómo se hace? Un sistema creado por ti mismo puede llegar a convertirse en tus ojos y tus oídos mientras tú estás fuera de casa. Sensores de todo tipo, conexión a Internet y notificaciones vía correo electrónico te mantendrán al tanto en todo momento de cada pequeño acontecimiento que tenga lugar en tu casa: desde saber si hay una nueva carta en tu buzón hasta conocer el momento exacto en que la lavadora ha terminado de hacer la colada.
En cuanto a cómo llevar a cabo tu proyecto, la respuesta está (cómo no) en Internet. El carácter abierto de Arduino hace que sea la herramienta perfecta para un hogar inteligente: la comunidad alrededor de estas places azules comparte el código de los programas que desarrollan, lo que significa que cada cual puede modificarlo a su gusto.
No obstante, no te asustes. Es código libre, así que si no tienes ni idea de programar ni ganas de dar tus primeros pasos en ese mundo, tienes a tu disposición toneladas de código creado ya para el desarrollo de herramientas que harán de su casa un lugar inteligente.
De hecho, en el foro de la comunidad de Arduino puedes encontrar incluso una 'app' gratuita creada ya para controlar tu hogar. Solo tendrás que encargarte de la parte material: ponerte manos a la obra, unir sensores y componentes, sabiendo antes qué es lo que quieres controlar exactamente, porque hay mucho donde elegir.
Para montar, soldar y preparar los componentes, no faltan en la Red tutoriales que te ayudan hasta en el más mínimo detalle para que crees tu propia casa del futuro. Esos mismos tutoriales son los que muestran la realidad de una tecnología que no parece tener límites: una casa inteligente puede servir para mucho más que para abrir y cerrar puertas desde tu trabajo.
Es el caso de este tutorial, con el que controlar la temperatura de tu casa y saber si hay algo en tu buzón son solo las funciones más sencillas. Gracias a él, por ejemplo, puedes aprender a crear un sistema que te avise cuando tu perro ladra más de lo habitual, activar las cámaras instaladas y poder vigilar así tu casa. También podrías combinar sensores y altavoces para que suene una alarma cuando tu lavadora ha terminado o cuando se derrame agua.
Se trata tan solo ejemplos de lo que puedes llevar a cabo tú mismo y con un coste bajo, pero cualquier cosa que se te ocurra es perfectamente medible y controlable desde tu 'smartphone'. Todo ello, llenando tu casa de sensores que capten el más mínimo detalle y lo lleven hasta la pantalla de tu móvil. Imagínatelo: medir la humedad de la tierra de tus plantas para saber cuándo tienes que regarlas o colocar cerca de la instalación del gas otro sensor distinto para saber desde el primer minuto cuándo se produce un peligroso escape.
Esto de las casas inteligentes no conoce límites gracias a componentes como Arduino y Raspberry Pi, para los que el único obstáculo puede que sea nuestra pereza. ¡Manos a la obra! Es fácil, sencillo y para toda la familia.
Hacer nuestro propio proyecto de domótica presenta generalmente un problema para muchas personas, soldar. Aunque no es muy complicado y sólo requiere de práctica, bien sea por falta de tiempo o bien por miedo a hacerlo mal hace que mucha gente no ponga buenas ideas en práctica. Ya hemos hablado en Xataka Smart Home de kits completos, como este kit de Archos que revisamos hace poco pero, ¿No sería mejor construir nuestro proyecto a medida y sin necesidad de usar un soldador? littleBits es un sistema modular que acerca la construcción de sistemas tanto a niños como a personas mayores.
Podemos considerar a littleBits como el LEGO de la construcción de prototipos y sistemas, ya que cada módulo se interconecta con el resto y se une a los demás mediante imanes. Conectar un módulo a otro no puede ser más sencillo.
Y, aunque ya lleva tiempo en el mercado, ahora littleBits se hace más grande todavía al incluir un módulo llamado CloudBit y que agrega conectividad a internet a nuestras creaciones. Y no sólo conectividad, sino también un canal IFTTT, con lo que littleBits puede hablar con una infinidad de servicios y aplicaciones.
Pero volvamos a littleBits como sistema global. ¿Qué modulos podemos encontrar además de CloudBit? Pues prácticamente todo tipo de módulos que podamos imaginar. Motores, servomotores, interruptores y pulsadores, sensores de presión, leds con color configurable, potenciómetros lineales, módulos para obtener alimentación a través de un conector microUSB, ventiladores, cables iluminados, alerta por vibración, altavoces,..... Una barbaridad de posibilidades como podéis ver.
Si a eso le sumamos unos preciosos gabinetes de madera para incluir nuestros proyectos, y crear un estupendo sistema que nos advierta de las condiciones meteorológicas por ejemplo, vemos que el sistema es realmente completo y al alcance de cualquiera, tanto niños como mayores.
Otra ventaja añadida es que los módulos pueden adquirirse tanto de forma individual como por kits. Por ejemplo, el kit Korg para construir nuestro propio sintetizador cuesta 159 dólares, mientras que un kit de inicio con Arduino sale por . Un kit que incluye el cloudBit nos saldrá por 99 dólares, mientras que si lo compramos suelto sale por 59 dólares.
Como decía al principio, si ya tiene una pinta increible, la posibilidad de conexión a internet y sobre todo el canal IFTTT hace que este sistema sea genial tanto para su uso por educadores en el colegio como para cualquier persona en su casa. Desde luego, si ya era fácil tener un hogar inteligente, con littleBits es un juego de niños.
Vía | Gizmodo
Más información | littleBits
En Xataka Smart Home | Archos Smart Home, kit de inicio al hogar inteligente: Análisis
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