La inmobiliaria cotizada Inmobiliaria del Sur (Insur) ha anunciado un nuevo proyecto de oficinas en Málaga. En concreto, la compañía liderada por la familia Pumar se ha hecho con un suelo en la zona de Martiricos para promover un edificio que contará con 10.900 metros cuadrados de oficinas.
El nuevo edificio de oficinas en Málaga supondrá un desembolso de 33,7 millones de euros, de los cuales 8,6 millones se han destinado a la adquisición del suelo.
El inmueble contará con una superficie de 10.900 metros cuadrados y un aparcamiento subterráneo con 328 plazas. Según han informado desde la compañía, las obras comenzarán previsiblemente en 2023 y generará más de 300 puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos.
El objetivo de Insur es crear un «edificio inteligente», que sea digitalmente capaz de satisfacer la demanda tecnológica de los inquilinos y contará con la certificación Wired Score, que mide la conectividad y calidad digital de los edificios. Además, el edificio dispondrá de amplias terrazas en todas sus plantas y aspira a obtener los certificados Breeam Very Well y Well Oro que reconocen la sostenibilidad del inmueble.
Planes de Insur en Málaga
Insur está incrementando su peso, tanto en promoción como patrimonial, en Madrid y Andalucía, sus áreas de desarrollo y crecimiento.
En concreto, en la comunidad más al sur de España, las dos provincias con más potencial son Málaga y Sevilla. «Málaga tiene un potencial de crecimiento en residencial de obra nueva, de primera residencia y de segunda. Además, es una comunidad de destino de muchas compañías tecnológicas. En este sentido, tenemos una apuesta grande de promoción de oficinas, un proyecto ya en marcha y otro que va a arrancar en breves de oficinas de última generación. Estas son nuestras plazas, aunque tenemos promoción en Córdoba, Granada y Cádiz; pero nuestro foco es Málaga», aseguraba recientemente Francisco Pumar, director general de Insur, en una reciente entrevista en exclusiva para
Además del proyecto anunciado hoy, la compañía también ha anunciado que invertirá 29 millones de euros en el desarrollo del nuevo edificio de oficinas ‘prime’ ubicado en Tabacalera, en Málaga. Las obras, que tendrán un plazo de ejecución de dos años, arrancarán previsiblemente a comienzos de 2022.
La inmobiliaria adquirió recientemente la parcela, que era de propiedad municipal, por un importe de 8,8 millones de euros. Esta cuenta con más de 2.800 metros cuadrados de superficie y una edificabilidad de 9.500 metros cuadrados. El nuevo proyecto de Insur ha sido bautizado como Ágora. El edificio contará con seis plantas de oficinas. La planta baja se destinará a una plaza de uso público abierta al paseo marítimo y rodeada de zonas verdes.
Resultados
La promotora cotizada cerró 2021 con unos ingresos de 125,3 millones de euros y un beneficio de 12 millones.
Su ejecutivo hace el siguiente balance del ejercicio: «Ha sido un año excelente, tanto en la labor patrimonial como en la actividad de promoción. En la parte patrimonial, hemos crecido los ingresos en un 16%; y en la promoción hemos crecido un 11%, en la cifra de negocio. Ha sido un año excelente desde el punto de vista de comercialización en preventas, comprando con 2020 hicimos un 100% de incremento. Comparando con 2019, nuestra actividad superó un 60%».
Antes de los omnipresentes asistentes virtuales, quizá la primera referencia popular de lo que era un edificio inteligente -demasiado, de hecho- la vimos en Los Simpson. En un episodio de 2001, la familia adquiere la llamada Ultrahouse, una vivienda que resuelve todas las tareas domésticas y habla con la voz de Pierce Brosnan. Todo son ventajas hasta que el software se enamora de Marge y se propone acabar con su marido, Homer.
Más allá de anécdotas ficcionales, en los últimos veinte años la tecnología de los edificios ha ganado muchos enteros. Los edificios inteligentes son una realidad -ciertamente benigna-, aunque no seamos muy conscientes de ello. De la mano de los building management systems (BMS), algo así como sistemas operativos para edificios, permiten gestionar aspectos claves del funcionamiento cotidiano de un edificio.
Pero ¿qué son exactamente estos BMS? También se los conoce como building automation systems (BAS), y en general hacen referencia a redes inteligentes de controladores -basados en microprocesadores- instalados en inmuebles para realizar funciones diversas. Por ejemplo, manejar y supervisar el funcionamiento del aire acondicionado, la ventilación, la iluminación o el abastecimiento de agua. La clave es que todos estos componentes están integrados, de manera que operan como un todo.
Como apunta el documento New Criteria for a New, Smart Building Era, elaborado por Siemens, hoy en día la infraestructura digital de un edificio, es decir, la red de tecnología informativa y operativa que lleva integrada y que permite su funcionamiento diario, rivaliza en importancia con la infraestructura puramente física. El armazón tecnológico a menudo se compone de sensores que captan datos, accionadores que analizan esos datos para ofrecer una respuesta, plataformas que permiten la comunicación y unidades de almacenamiento y análisis que proporcionan la funcionalidad y la inteligencia.
La tendencia es más evidente en edificios de oficinas, pero está arraigando también en la promoción residencial, área de expertise de Urbanitae. Según los datos de la plataforma de big data inmobiliario Brains Real Estate, este año se terminarán en España más de 133.000 viviendas de obra nueva de más de 6.300 promociones. De acuerdo con Idealista, las grandes promotoras lanzarán al mercado no menos de 31.000 viviendas en 2022. La mayoría incorporan la domótica, como Vía Célere, Neinor Homes o Pryconsa, que desde 2019 construye solo viviendas inteligentes.
Edificios inteligentes... y eficientes
Así, el futuro de los BMS es prometedor tanto en el área residencial como en los sectores comercial e industrial. Según las previsiones de Verified Market Research, el mercado global de BMS alcanzó los 11.000 millones de dólares en 2019, y superará los 26.000 millones en 2027. El crecimiento del mercado en los próximos años se verá reforzado por la necesidad de mejorar la eficiencia energética y operativa de los edificios e incrementar la sostenibilidad.
Los BMS aprovechan diferentes tecnologías, como plataformas de análisis de datos basadas en la nube, internet de las cosas e inteligencia artificial -lo cual plantea desafíos en materia de ciberseguridad-. Como apuntan desde Verified Market Research, los BMS incrementan la eficiencia general del edificio: ayudan a reforzar la fiabilidad de la red eléctrica, alargan la vida útil del equipamiento, reducen las emisiones de carbono, ahorran agua, elevan la productividad y, en fin, hacen que sea más confortable.
En el escenario de la pandemia, el uso combinado de estas tecnologías ha habilitado nuevas funciones, desde automatizar la desinfección de zonas mediante sensores e internet de las cosas a controlar la ocupación del edificio, mejorar la calidad y renovación del aire o medir en tiempo real el uso de los espacios y la incidencia de nuevos casos o situaciones que requieren una intervención rápida.
Oficinas conectadas
En este sentido, la generalización del uso de sensores anticipa cambios notables en el lugar de trabajo. Como señala la consultora Knight Frank, en 2025 habrá en todo el mundo 75.400 millones de dispositivos conectados mediante internet de las cosas: cinco veces más que en 2015. Ello implica un incremento similar de sensores que continuamente generan datos útiles.
Además de los usos citados, Knight Frank cita otras ventajas interesantes. Una de ellas es la capacidad de crear una experiencia de trabajo fluida, gracias al uso de la tecnología para encontrar un puesto de trabajo disponible, localizar a otros miembros del equipo, reservar salas de reuniones u otras instalaciones o incluso acceder a servicios de conserjería.
Otro beneficio crucial desde el punto de vista del real estate será la optimización del espacio a partir de más criterios que el puro coste. Los edificios inteligentes representan una oportunidad única para tomar decisiones más informadas, con un enfoque analítico, sobre el uso real de un edificio, su mantenimiento y -aquí está la clave- su papel concreto en la consecución de los objetivos de la compañía.
En Urbanitae ya estamos explorando la manera de transformar el mercado de oficinas. El pasado septiembre nos aliamos con la proptech Psquared para adquirir, reformar y vender espacios de trabajo haciendo hincapié en la sostenibilidad y la promoción del talento. El primer proyecto resultado de esta alianza es The Haus, un espacio vanguardista en Barcelona que, además de lograr una rentabilidad muy atractiva para nuestros inversores, acaba de estrenar dueño, la compañía londinense de pagos SumUp.
Entidades Diego Bestard Consejero delegado de Urbanitae Consejero delegado de Urbanitae
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Los edificios inteligentes están impulsando una mayor necesidad de fiabilidad
A medida que las demandas ambientales y de seguridad sobre las infraestructuras de los edificios se vuelven cada vez más complejas, existe la oportunidad de repensar el enfoque de cómo se gestionan los edificios. Los edificios y campus de hoy en día soportan una amplia gama de sistemas de control: de acceso, medioambientales, de vigilancia por vídeo, de eficiencia energética y más. Estas soluciones suelen desplegarse en forma de tubo de cocina en plataformas dispares y esta falta de integración ha dado lugar a la complejidad, los altos costos y la pérdida de eficiencia.
En esta nueva era del Edificio Inteligente, la situación está cambiando rápidamente y hay tres tecnologías que lo permiten:
Dispositivos IoT (Internet de las cosas) - En el pasado, los dispositivos finales como cámaras, lectores de placas y termostatos en un edificio eran propietarios y caros. La introducción de dispositivos de bajo costo, junto con la adopción de normas de comunicación coherentes, está dando lugar a un mayor número de dispositivos y a una mayor integración entre los sistemas.
Virtualización - Una de las cosas que ha frenado la virtualización y la integración de las tecnologías de construcción ha sido el requisito de que cada solución tenga su propia infraestructura única. Ahora que los dispositivos están basados en IO, esto presenta una oportunidad para simplificar la infraestructura del edificio y reducir los costos a través de la virtualización.
Análisis - El análisis de los datos procedentes del aumento del número de dispositivos finales puede conducir a cambios en los procesos empresariales para impulsar la eficiencia y gestionar los costes.
Estos tres avances están permitiendo el Edificio Inteligente, pero el verdadero núcleo de la tecnología del Edificio Inteligente son las aplicaciones de control que recogen los datos del dispositivo de IO y transforman esos datos en análisis. Además, estas aplicaciones de control también pueden tener un papel en la gestión de los dispositivos de punto final de IO y permitir auditorías y cumplimiento en lugares críticos.
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