Incapacidad de liderar con una estrategia
La transformación digital no es un proyecto con final. Es un proceso constante que debe alimentarse y evolucionar constantemente. Implementar tecnología sin fijarse en cómo encaja en el conjunto puede crear más retos que beneficios. La transformación digital debería comenzar por una visión, de la que debería surgir cualquier proyecto. Al pensar en su visión, es vital tener en cuenta los objetivos y fines empresariales y cómo puede apoyarlos una estrategia de transformación digital.
Falta de participación de la dirección
Cualquier transformación del negocio, ya sea digital o de cualquier otro tipo, tiene más probabilidades de éxito cuando la dirección está implicada. Y la dirección tiene más posibilidades de comprometerse a iniciativas que estén alineadas directamente con la estrategia empresarial. Al proponer cualquier proyecto nuevo, es importante demostrar cómo apoya el negocio y afectará a los resultados. Asegurada la participación de la dirección, se puede evitar cualquier problema de presupuesto que afecte al proyecto.
Planificación en un silo
Aunque en el pasado, el departamento de TI era el único responsable de la transformación digital, ese ya no es el caso. Se ha convertido en un esfuerzo multidisciplinar de toda la organización; y, como tal, tienen que involucrarse tanto líderes como empleados.
Cuando los directivos implementan una nueva tecnología sin implicar a las personas que realmente utilizan la solución en el día a día, se arriesgan a invertir en una herramienta que no satisface las necesidades de la empresa. Los directivos necesitan tener información sobre las experiencias del usuario final para garantizar que la solución es adecuada y no introduce nuevos retos.
Durante las fases tempranas de una nueva inversión, los encargados de la toma de decisiones deberían preguntar a los empleados sobre su experiencia con el sistema actual y obtener información sobre cómo podría mejorarse el proceso. A continuación, durante la implementación de la nueva solución, los participantes deberían continuar solicitando las opiniones de las personas que utilizan de forma activa la tecnología. Con el tiempo, la información obtenida a partir de estas opiniones ayudará a transformaciones adicionales, contribuyendo a un ciclo de mejora continua.
La Transformación Digital necesita una visión holística de la estrategia del negocio, integrando distintos dominios como: Clientes, Competencia, Datos, Innovación y Valor en el análisis de la estrategia y la toma de decisiones sin realmente importar el tamaño de la industria o negocio.
Muchos casos han sido ejemplos de desafortunadas decisiones en donde la compañía que logró posicionarse después de varios años no superó la era Digital; Kodak, Blockbuster, etcétera. ¿Qué nos haría pensar que no le podría pasar a nuestros negocios?
Anteriormente en la era pre-digital existían modelos de negocios robustos, con sus dificultades propias que impactaban los planes para generar fuentes de ingresos y modelos competitivos con rápidas adopciones, hoy es cosa del pasado, podemos tener las ventajas competitivas rápido, a costo bajo y lo más importante, con una capacidad de reacción casi inmediata que permite que el cliente sea lo más importante.
Comencemos con los clientes, hoy podemos tener una conversación directa, segmentada y personalizada, permitiéndonos atender las necesidades puntuales y tener una participación dinámica, siendo el cliente lo más importante lo convierte en el elemento clave del éxito del negocio.
Enseguida los competidores, y los tenemos no solo de nuestra industria y del tamaño de nuestro negocio, hoy los tenemos de cualquier lugar del planeta, de cualquier tamaño e inclusive con origen de mercado distintos al nuestro. Nuestro foco debe ser nuestra estrategia y conocer lo que los demás están haciendo que nos podría impactar.
Datos, datos, y más datos, es lo que clientes, competidores y socios están generado en todos los niveles y en una cantidad que solo algunos pueden manejar. La nube lo hace más fácil, guarda, y procesa, nosotros debemos entender la información y saber cómo extraer lo que necesitamos, los datos como tal no representan mucho, éstos valen cuando sabemos cómo analizarlos, ese es el reto que los negocios tienen, y deben tener claro que si no lo hacen están en desventaja competitiva.
La innovación ha sido exponencial en los últimos años gracias a la facilidad de experimentar y validar modelos con datos a bajo costo, además de la tecnología que nos ayuda a realizar prototipos y probarlos con la comunidad rápidamente, una constante retroalimentación del producto y rápido despliegue de los cambios se han convertido en la regla para los productos o servicios en esta era.
Por último, la tecnología y lo que nos brinda (y a todos los demás) nos obliga a replantear cómo entregamos valor al cliente, siendo que tanto nosotros como nuestros competidores están en la constante búsqueda de valor agregado así que necesitamos descubrir a lo que el cliente valora y para esto nos ayudan los datos.
Estos son los cinco dominios que nos ayudarán a triunfar en la era digital, evalúa si tu empresa o negocio los está llevando a cabo correctamente.
Juan Manuel Soto
La estrategia, según la cual las actividades de innovación deben estar alineadas, comienza con una visión y una estrategia corporativa. Idealmente, de esto se deriva una estrategia de innovación: ¿Qué objetivos persigue su empresa y cómo contribuye la gestión de la innovación a estos objetivos? Las empresas también deberían definir la innovación para sí mismas con el fin de crear un entendimiento común entre todos los empleados.
También es importante determinar con qué tipos de innovación (producto, servicio, proceso, mercado y/o modelo de negocio) se puede tratar. Además, el techo contiene una o más hojas de ruta de la innovación derivadas de la estrategia de innovación. Éstas sirven como hoja de ruta para los pasos operativos en la gestión de la innovación.
Procesos y métodos: Trabajar en casa
La parte operativa de la empresa se ocupa del proceso de innovación y de los métodos asociados. El punto de partida del proceso es un desencadenante de la innovación. Este desencadenante puede venir de los campos de búsqueda estratégica de la hoja de ruta, así como de la observación del mercado, la observación de los competidores o el seguimiento de la tecnología. En un área definida, se entra en la generación de ideas, que puede tener lugar a través del Closed Innovation y de la Open Innovation. Ejemplos de Closed Innovation son los proyectos internos de I+D, los concursos de ideas para empleados o los talleres internos. Las herramientas adecuadas para el Open Innovation son métodos como el LEAD User Method, Service Design o el Innovation Contest, así como la participación de expertos del sector, clientes, proveedores e instituciones de investigación.
Una vez generadas las ideas, corresponde a la empresa decidir qué pasos concretos son necesarios para pasar de la idea a la madurez del mercado y, en última instancia, a la innovación (porque innovación = invención + éxito en el mercado). También en este caso existen métodos de apoyo en la gestión de la innovación que ayudan en los pasos individuales.
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