La primera especificación de FTP se publicó como RFC 114 el 16 de abril de 1971, y fue escrita por Abhay Bhushan, entonces estudiante del Instituto Tecnológico de Massachusetts. La idea original de FTP era permitir la transferencia de archivos a través de ARPANET, el precursor de Internet.
A medida que la Internet moderna empezó a tomar forma, la especificación de FTP sufrió varias revisiones para alinearse con los estándares de red, incluyendo TCP/IP.
En 1980, Jon Postel, investigador del Instituto de Ciencias de la Información de la Universidad del Sur de California, definió una nueva versión de FTP. Cinco años más tarde, FTP fue redefinido de nuevo con el RFC 959, que introdujo nuevas capacidades de gestión para el protocolo, incluyendo la capacidad de hacer y eliminar un directorio de archivos. Las versiones anteriores de FTP se limitaban en gran medida a la transferencia de archivos hacia y desde estructuras de directorios de archivos existentes.
En 1997, el RFC 959 se actualizó con nuevas capacidades definidas en el RFC 2228 para proporcionar capacidades de seguridad. Dos años más tarde, FTP se actualizó con el RFC 2428 para soportar el protocolo IPv6.
Temas del artículo
¿Qué es el FTP (Protocolo de Transferencia de Archivos)?
¿Cómo funciona el Protocolo de Transferencia de Archivos (FTP)?
Tipos de FTP
¿Qué es el FTP (Protocolo de Transferencia de Archivos)?
El FTP (File Transfer Protocol) es un protocolo de red para transmitir archivos entre ordenadores a través de conexiones del Protocolo de Control de Transmisión/Protocolo de Internet (TCP/IP). Dentro del conjunto TCP/IP, el FTP se considera un protocolo de capa de aplicación.
En una transacción FTP, el ordenador del usuario final suele llamarse host local. El segundo ordenador implicado en FTP es un host remoto, que suele ser un servidor. Ambos ordenadores deben estar conectados a través de una red y configurados adecuadamente para transferir archivos a través de FTP. Los servidores deben estar configurados para ejecutar los servicios FTP, y el cliente debe tener instalado el software FTP para acceder a estos servicios. Algunos ejemplos de clientes FTP de descarga gratuita son Filezilla, Cyberduck, SmartFTP, FTP Voyager, WinSCP, CoffeeCup Free FTP y Core FTP, entre otros.
Aunque muchas transferencias de archivos se pueden realizar mediante el Protocolo de Transferencia de Hipertexto (HTTP) -otro protocolo del conjunto TCP/IP-, el FTP se sigue utilizando habitualmente para transferir archivos entre bastidores para otras aplicaciones, como los servicios bancarios. También se utiliza a veces para descargar nuevas aplicaciones a través de los navegadores web.
El protocolo de transferencia de archivos es una forma de descargar, cargar y transferir archivos de un lugar a otro en Internet y entre sistemas informáticos.
El FTP permite la transferencia de archivos de ida y vuelta entre ordenadores o a través de la nube.
Los usuarios necesitan una conexión a Internet para ejecutar las transferencias FTP.
El FTP es una herramienta esencial para quienes construyen y mantienen sitios web.
Muchos clientes FTP son de descarga gratuita, aunque la mayoría de los sitios web ya tienen el FTP incorporado.
¿Cómo funciona el protocolo de transferencia de archivos (FTP)?
El protocolo de transferencia de archivos permite a los individuos y a las empresas compartir archivos electrónicos con otros sin tener que estar en el mismo espacio. Esto puede hacerse utilizando un cliente FTP o a través de la nube. Independientemente de la opción, ambas partes necesitan una conexión a Internet que funcione.2
La mayoría de los navegadores web vienen con clientes FTP que permiten a los usuarios transferir archivos desde su ordenador a un servidor y viceversa. Algunos usuarios pueden querer utilizar un cliente FTP de terceros porque muchos de ellos ofrecen funciones adicionales.
Así es como funciona una transferencia FTP típica:
El usuario suele tener que iniciar una sesión en el servidor FTP, aunque algunos servidores ponen a disposición algunos o todos sus contenidos sin necesidad de iniciar una sesión, un modelo conocido como FTP anónimo. El cliente inicia una conversación con el servidor cuando el usuario solicita descargar un archivo. Mediante el FTP, un cliente puede subir, bajar, borrar, renombrar, mover y copiar archivos en un servidor.
Las sesiones FTP funcionan en modo activo o pasivo:
Modo activo:
Después de que un cliente inicie una sesión mediante una solicitud de canal de comandos, el servidor crea una conexión de datos con el cliente y comienza a transferir datos.
Modo pasivo:
El servidor utiliza el canal de comandos para enviar al cliente la información que necesita para abrir un canal de datos. Como el modo pasivo hace que el cliente inicie todas las conexiones, funciona bien a través de cortafuegos y pasarelas de traducción de direcciones de red.
Los usuarios pueden trabajar con FTP a través de una sencilla interfaz de línea de comandos -desde una consola o ventana de terminal en Microsoft Windows, Apple macOS o Linux- o con una interfaz gráfica de usuario dedicada. Los navegadores web también pueden servir como clientes FTP.
Mucha gente ha utilizado antes el FTP sin darse cuenta. Si alguna vez has descargado un archivo de una página web, has utilizado el FTP. El primer paso es iniciar la sesión, que puede producirse automáticamente o introduciendo manualmente un nombre de usuario y una contraseña.
El FTP también requiere que accedas a un servidor FTP a través de un número de puerto específico. Una vez que acceda al servidor FTP a través de su cliente FTP, podrá transferir archivos. No todos los servidores FTP públicos requieren que te registres porque algunos servidores te permiten acceder a ellos de forma anónima.
Como se ha señalado anteriormente, el FTP se desarrolló originalmente como una forma de enviar y recibir archivos entre dos ordenadores físicos. Pero con los cambios en la tecnología, los usuarios pueden ejecutar transferencias de archivos a través de la nube. El uso de la nube permite que las transferencias se realicen de forma cómoda y segura (lo que podría proteger a los individuos y a las empresas de las violaciones de datos), y con un coste relativamente bajo.
Tipos de FTP
Hay varias formas diferentes en las que un servidor FTP y un software cliente pueden realizar una transferencia de archivos mediante FTP:
FTP anónimo.
Esta es la forma más básica de FTP. Permite transferir datos sin encriptarlos ni utilizar un nombre de usuario y una contraseña. Se utiliza sobre todo para la descarga de material que se puede distribuir sin restricciones.
FTP protegido por contraseña.
También es un servicio FTP básico, pero requiere el uso de un nombre de usuario y una contraseña, aunque el servicio puede no estar encriptado o ser seguro. También funciona en el puerto 21.
FTP seguro (FTPS).
A veces denominado FTP Secure Sockets Layer (FTP-SSL), este enfoque permite la seguridad implícita de la capa de transporte (TLS) en cuanto se establece una conexión FTP. FTPS se utilizó inicialmente para permitir una forma más segura de transferencia de datos FTP. Suele utilizar por defecto el puerto 990.
FTP sobre SSL/TLS explícito (FTPES).
Este enfoque permite el soporte explícito de TLS mediante la actualización de una conexión FTP a través del puerto 21 a una conexión cifrada. Este es un enfoque comúnmente utilizado por los servicios web y de intercambio de archivos para permitir la transferencia segura de archivos.
FTP seguro (SFTP).
Técnicamente no es un protocolo FTP, pero funciona de forma similar. Más bien, SFTP es un subconjunto del protocolo Secure Shell (SSH) que se ejecuta a través del puerto 22. SSH es comúnmente utilizado por los administradores de sistemas para acceder de forma remota y segura a los sistemas y aplicaciones, y SFTP proporciona un mecanismo dentro de SSH para la transferencia segura de archivos.
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Entre los puntos positivos podemos destacar la posibilidad de que muchos equipos accedan a un mismo servidor. El principal punto negativo es que la configuración no es sencilla y generalmente hay que utilizar la línea de comandos.
Uno de los métodos para enviar archivos dentro de un entorno de red en área local es NFS. En español significa Sistema de archivos en red. Está implementado sobre los protocolos XDR y ONC RPC. Está incluido en la mayoría de distribuciones de Linux . Podemos decir que básicamente está dividido en dos partes: un servidor y al menos un cliente. Son los clientes los que acceden de forma remota a los archivos que hay alojados en el servidor.
Tenemos a nuestra disposición una serie de protocolos para transferir archivos entre diferentes equipos. Podemos hacerlo tanto dentro de una misma red como acceder a servidores que se encuentren de forma remota. Para ello tenemos diferentes métodos que vamos a ir detallando. Cada uno de ellos puede ser interesante en un momento determinado.
Este cuenta con varias versiones, entre ellas está la NFSv2, que es la más utilizada y soportada por muchos Sistemas Operativos, por otro lado es la que presenta más errores. Más actuales tenemos las versiones NFSv3 que en este momento es la más eficiente. Y la NFSv4, que es la más segura de todas, pero necesita de ciertos ajustes y servicios añadidos. A mayores, esta añade el uso de listados de control de acceso y permisos para usuarios, y que este pueda acceder solo a determinados archivos.
Una de las grandes ventajas de NFS, es el acceso de múltiples dispositivos a los archivos de un servidor, y que podrán editar y actualizar archivos. Otro de sus beneficios, es que tiene compatibilidad con casi todos los sistemas operativos. En cambio necesita de mucha energía para poder leer el contenido, y su sistema de modificación de accesos es bastante complicado.
Hay que mencionar que a lo largo del tiempo este protocolo ha tenido muchas limitaciones. Estamos hablando de que lleva presente desde la década de los 80. Sin embargo en los últimos años muchas de estas limitaciones han desaparecido y han ido apareciendo diferentes mejoras.
FTP
FTP significa Protocolo de transferencia de archivos, si lo traducimos al español. En este caso estamos ante un protocolo muy popular para la transferencia de archivos entre sistemas conectados a una red TCP. Se basa en la arquitectura cliente-servidor. A través de un cliente podemos acceder al servidor para descargar archivos o enviarlos.
Hay que tener en cuenta que este protocolo funciona independientemente del sistema operativo que estemos utilizando en cada caso. Nuestro propio router podría contar con un puerto USB y poder transferir archivos a un disco duro conectado mediante el protocolo FTP.
En definitiva, FTP es el protocolo ideal si queremos crear un servidor doméstico de una manera sencilla. Podemos hacer uso de numerosos clientes FTP para Windows y otros sistemas operativos. Algunos de los más populares son FileZilla, que además es un clásico, FireFTP, WinSCP o Bitvise SSH.
Una extensión más segura sería FTPS.
SSH/SFTP
SSH viene del inglés de Secure Shell. Básicamente se trata de un método para conectarnos a un equipo remoto. Va a través de comandos y nos permite conectarnos a un equipo aunque esté a cientos de kilómetros.
Sin embargo el protocolo para transferir archivos es SFTP. Consiste en transferir archivos a través de una conexión cifrada SSH.
Hay que tener en cuenta que esta opción para transferir archivos está especialmente diseñada para equipos remotos. Es decir, no es un protocolo que utilizaríamos en nuestro día a día en el hogar. Más bien es para acceder a servidores que se encuentran en otro lugar y de forma segura.
Podemos hacer uso de herramientas como FileZilla o WinSCP para transferir archivos por SFTP.
SMB
Es un método muy utilizado para que equipos con Windows se comuniquen dentro de una red local. A la hora de crear una carpeta en el sistema operativo de Microsoft y compartirla con otros usuarios se hace a través de SMB.
Eso sí, hay que mencionar que SMB no es un protocolo exclusivo para Windows. También es posible utilizarlo desde macOS o Linux. En estos sistemas recibe otro nombre, ya que Linux lo conocemos como Samba y en el caso de macOS sería SMBX.
Podemos utilizar el protocolo SMB para intercambiar archivos entre equipos conectados en una misma red y que además sean multiplataformas. Es muy utilizado también para compartir impresoras.
Por cierto, el famoso exploit EternalBlue afectaba al protocolo SMS.
DLNA
DLNA más que un protocolo de transferencia de archivos en realidad es un estándar de certificación. Está orientado para transferir a una Smart TV o videoconsola. Utiliza UPnP para transferir archivos y funciona tanto a través de redes Wi-Fi como Ethernet.
Su objetivo es comunicar diferentes dispositivos de una forma sencilla, con la finalidad de compartir el contenido de forma directa. Puede ser mediante Wi-Fi o Ethernet. Lo mejor de los aparatos que podemos configurar con DLNA, es que la configuración es sencilla. Esta usa UPnP, por lo cual, los dispositivos conectados a una misma red, quedan conectados entre sí. El mayor inconveniente que nos podemos encontrar, es que la interfaz no será común entre ellos, pues esta depende de cada fabricante. Siempre que un dispositivo esté certificado con DLNA, se podrá conectar sin problema. Estos pueden ser desde discos duros, hasta cámaras de fotos o vídeo, incluso reproductores Blue-Ray.
El uso más común, es el acceso a contenido de todos los dispositivos conectados, pero entre ellos, el más utilizado es usar un disco duro de red (NAS) o un PC como base, que funcionen a modo de almacenamiento, y que se encarguen de facilitar los contenidos a los demás equipos. Una vez conectados, tendremos una red DLNA.
En definitiva estos son algunos de los protocolos para transferir archivos que podemos utilizar. Cada uno de ellos puede ser interesante en un momento determinado. Por ejemplo si queremos la máxima seguridad podríamos hacer uso de SFTP, para tener velocidad y simplicidad podemos optar por FTP, mientras que si queremos utilizarlo específicamente para equipos Linux lo mejor es NFS.
Enviar archivos a través de la nube
Hemos visto diferentes protocolos a través de los cuales podemos enviar archivos. La nube sin duda ofrece un amplio abanico de posibilidades a los usuarios. Podemos compartir todo tipo de contenido de una manera sencilla y rápida. Son muchos los servicios que tenemos a nuestra disposición. Muchos programas que nos permiten alojar archivos y datos de todo tipo y poder compartirlos con terceros desde cualquier dispositivo.
Si pensamos en cómo compartíamos archivos hace unos años, seguro que se nos viene a la cabeza tener que guardar carpetas en un DVD o CD, así como utilizar posteriormente dispositivos físicos como un pendrive. Sin embargo esto ha cambiado mucho en los últimos años gracias a los servicios que tenemos disponibles en Internet.
Podemos mencionar que la nube permite disponer de muchas posibilidades en nuestro día a día. No solo sirve para enviar archivos a otros, sino también entre nuestros propios dispositivos. Es muy útil además para crear copias de seguridad que permitan salvar nuestros archivos de posibles problemas que puedan surgir y evitar así la pérdida de datos.
En definitiva, enviar archivos a través de la nube es una solución muy presente y que debemos tener en cuenta en nuestro día a día. Una alternativa segura, de buen rendimiento y donde además vamos a tener muchas opciones disponibles para utilizar. Hay muchos programas y servicios que de una forma u otra pueden ayudarnos.
Velocidad y eficiencia
La transferencia de archivos de AnyDesk es la forma más rápida y eficaz de compartir archivos entre ordenadores y servidores. AnyDesk funciona en todos los dispositivos, independientemente del sistema operativo que se utilice. Para los usuarios de Windows y OSX que necesiten funciones más avanzadas para compartir archivos, la transferencia de archivos de AnyDesk ofrece un administrador de archivos con amplias opciones de administración y gestión.
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